Como seguramente muchos de vosotros, hoy es mi primer día de rutina después de las vacaciones, ¡la vuelta al cole! Ay, ¡no! al trabajo…
Y de camino al trabajo aparecía en mi mente… ¿cuáles son mis objetivos para este ‘nuevo curso’?, ¿qué me frena para que sean unos u otros?, ¿para qué tanta seguridad para dar un paso?, ¿es todo eterno o perfecto? El número de cuestiones es casi infinito.
Y las palabras que dan respuesta son miedo, seguridad y la idea loca de ‘todo es para siempre’. Sí, esto es lo que me dificulta tomar decisiones de cambio en mi vida y también, quizás, te pase a ti. Quién nos ha enseñado que una decisión es para siempre y por lo tanto tiene que ser algo seguro, menuda mentira nos han metido en nuestra mente y ni tan si quiera hemos cuestionado.
Pocas personas nos enseñan que la vida es cambio continuo, que no hace falta dar grandes pasos para cambiar algo sino que, a veces, con dar uno pequeñito te abre diferentes puertas o simplemente aumenta tu bienestar.
Ante esto, quizás me dices… ‘sí, sí, pero yo no sé qué quiero’ Pues sí querido mortal, es una situación bastante habitual, ¿qué es lo que quiero? Y como no lo sé o no lo tengo claro, me quedo donde estoy y no me muevo, por si acaso. Y en este punto empieza, de nuevo, el bucle del ‘no cambio’.
Algo que he aprendido en estos últimos años es que lo que quiero puede ir cambiando, igual que lo hago yo, y que si no doy un pequeño paso hacia mi vida, ella no viene a mí. No pasa nada por avanzar hacia un lugar y después que quieras ir al pueblo vecino o a la otra punta del mundo. Lo importante es aprender a caminar y tomar las riendas de tu vida, de esta manera serás más consciente y, en consecuencia, responsable de tus decisiones. Y en ese momento, empezarás a vivir tu vida, sea cual sea y de la forma que sea. Yo no hace demasiado tiempo que empecé a hacerlo y no siempre es fácil, por suerte la vida me trae de todo, y lo que puedo asegurar es que la sensación de vivir mi vida e ir decidiendo en ella, no la cambio por nada.
Y con esto te lanzo una pregunta, ¿estás viviendo la vida que quieres vivir o la que tienes que vivir?
¡Feliz vuelta a tu rutina!