En tu día a día te has pillado diciendo: ‘cuando llegue a casa…’, ‘cuando tenga vacaciones…’, ‘en el próximo fin de semana…’, etc. ¡Yo sí!, en más de una ocasión fantaseo con ese tiempo libre que está por llegar (así me lo imagino yo).
Días atrás me di cuenta que estaba teniendo este pensamiento y me pregunté, ¿qué estoy haciendo con mi día a día si tanto anhelo esos momentos? ¿estoy viviendo en mi presente? Y me di cuenta de que no me estaba prestando atención en el día a día, más allá de lo que me ofrece el tiempo libre y el descanso, había una parte de no saborear lo que me iba ocurriendo, fuese lo que fuese, es mi vida.
Uno de los pilares de la Terapia Gestalt es el aquí y ahora. Poner el foco de atención en el presente te permite darte cuenta de qué te está ocurriendo, da luz y consciencia a lo que estás viviendo. Y ésta es la forma de responsabilizarte de ti, de tu experiencia de vida.
Una forma de reconectar con el presente es, durante unos minutos, prestar atención a la respiración (al aire que entra y sale por la nariz), a como se hincha y deshincha tu abdomen… Se trata de poner atención en lo te ocurre en el cuerpo mientras respiras. Es posible que al hacer esto, también te des cuenta de alguna emoción que estés sintiendo en ese momento y de los pensamientos que aparecen por tu cabeza. Todo lo que te ocurra eres TÚ en ese preciso momento.
En mi vida, al poner atención en mi presente y por tanto, en mi experiencia vital, siento tranquilidad y sosiego, aunque lo que me esté sucediendo no sea agradable. Estar presente me facilita la aceptación de lo que me va pasando.
Te invito a que pongas en práctica, a diario, el ejercicio de la respiración que comentaba anteriormente. Es un entrenamiento al presente :-). Si te apetece, estaré encantada de que compartas tu experiencia.